No, asesoría y terapia son dos cosas distintas.
La asesoría implica ayudar a elegir las esencias que mejor se plantean para una determinada situación o caso.
La terapia energética por otro lado, es algo más complejo en la cual intervienen no sólo las esencias vibracionales (se ayuda siempre a elegir las esencias más adecuadas a la situación o caso) pero además implica técnicas energéticas (con radiestesia y/o radiónica) que pueden ayudar a solventar situaciones bajo demanda, permitiendo a la vez armonizar y equilibrar a la persona.
Dada la complejidad y cantidad de energías en juego, la terapia podría demandar algunas horas y varias sesiones.
En ocasiones la asesoría lleva a demandar varias terapias energéticas (dependiendo de la complejidad del caso).
De ser necesaria la terapia energética y si es factible por parte nuestra, lo planteamos a la persona interesada para tratar de ayudarla a solventar las situaciones que nos plantea y más le aquejan.
La terapia energética tiene un costo diferente (más elevado que la asesoría) y sólo lo comunicamos una vez ha concluido la asesoría.
La terapia energética no es para todos los casos ni para todas las personas por el simple hecho que no todas las personas la necesitan. Antes de brindarla hacemos ciertas indagaciones pues implica un grado superior de complejidad.
En ocasiones no podremos ayudar aunque deseemos hacerlo, dado que hay energías de naturaleza superior en acción.
Por ejemplo, pudiera ser el caso que la persona interesada tiene que experimentar alguna situación de vida que le causa malestar e incomodidad. Visto desde una perspectiva más elevada a dicha persona le toca vivir esa situación para obtener una lección espiritual más profunda que más adelante le servirá como forma de crecimiento y desarrollo en la vida (vale recordar que somos seres espirituales teniendo experiencias humanas). Si intervenimos para “ayudar” sin importar si es oportuno o no hacerlo podríamos privar a dicha persona de tan importantes experiencias y lecciones que la vida quiere brindarle.
Si este fuera el caso, podremos sugerir hacer la terapia energética más adelante; ya que es probable que las energías y condiciones cambien y luego permitan realizarla.
Sin embargo, no se niega la posibilidad de adquirir un preparado vibracional a la persona interesada. Sería altamente discriminatorio o marginante privar a alguien de hacerlo sólo porque la terapia no pudo realizarse en determinado momento.
Por supuesto para hacerlo deberá de contar con la información pertinente y si tiene a bien recibir nuestra asesoría podrá contar con ella. Por ello ofrecemos una descripción de la esencia, para leerla, comprenderla y tener un panorama de qué esperar y lo que podría ofrecernos. La persona se vuelve entonces un usuario consciente e informado sobre lo que está usando en su preparado.
El preparado vibracional es un buen comienzo para allanar el camino y poder hacer terapia energética posteriormente.