Con tantos acontecimientos que suceden en este año 2020 y muchos más que están por venir en los próximos años, es necesario replantearnos nuestra relación con el miedo. Al abordar cualquier situación de miedo, siempre es bueno preguntarnos ¿de dónde surge el miedo que siento?
Puede ser el caso que tengamos miedo a la muerte, no como un proceso inminente en el que estamos ya inmersos sino como una posibilidad real a la cual tendremos que someternos en algún punto de nuestras vidas; en cuyo caso lo que necesitamos es tener amplia consciencia sobre nuestra mortalidad y apego a la vida terrena. Debemos recordar que nuestros cuerpos y egos son transitorios y que muchas veces el temor sobre nuestra propia mortalidad nos hace palpable de manera chocante tal realidad. Con ello, claro está, surge el conflicto y la necesidad de buscar una seguridad ilusoria para no sentir tal temor. Sin embargo, más tarde o más temprano tendremos que encarar lo inevitable. En un intento ilusorio de escapar a tal “dificultad”, nuestro ego pide identificarnos de manera desequilibrada con el mundo, junto con las posesiones que nos representa: es nuestra diminuta personalidad tratando de buscar una seguridad ilusoria para no sentir miedo. Debemos tomar nota pues, nos guste o no, que en este mundo lo único completamente certero es la muerte, todo lo demás está sujeto a cambio y es variable. Lo anterior no significa que no debemos cuidar nuestra salud, ni prestar la debida atención a nuestros cuerpos tomando medidas de precaución e higiene que promuevan en la medida de lo posible nuestro bienestar. Pero tratar de encontrar un sentido de permanencia y realización en el apego a la vida terrena y las posesiones materiales, sólo traerá más temor y sufrimiento. Para ayudarnos en este tipo de situaciones tenemos la esencia floral del Crisantemo (Chrysantemum).
Por otro lado la esencia floral de Mimulo (Mimulus) nos ayuda en situaciones donde hay temor especifico sobre los eventos que acontecen en la vida diaria y si no son abordados y transformados de forma oportuna eventualmente pueden provocar retraimiento e introversión en la persona (se sabe de personas en que el miedo ha llegado a paralizarles por completo y les aterra la sola idea de salir de casa). La esencia floral de Mimulus otorga la luz del coraje para que la persona pueda encarar los retos de la vida nuevamente, con confianza y fe. De mucha utilidad en personas tímidas y extremadamente sensibles.
Hay además situaciones donde el miedo es tan profundo que llega a convertirse en terror y pánico. Es en tales casos donde la esencia floral de Rock rose (Heliantemo) nos brinda su apoyo. De utilidad al encarar enormes retos de carácter trascendental en los que nos estamos viendo involucrados: una emergencia severa, un ataque violento o un accidente traumático. Uno de los mejores ejemplos que justifica el uso de tal esencia es el miedo a la aniquilación y la muerte. Es en el proceso de fallecimiento donde somos pillados por el pánico de que seremos aniquilados o extinguidos completamente y es ahí donde la esencia floral de Heliantemo puede hacer su labor al restaurar las fuerzas dadoras de coraje para estar a la altura de esos tremendos desafíos. La esencia floral de Rock rose un componente de la fórmula floral de emergencia (rescue remedy o remedio de rescate), donde su efecto sinérgico junto con las demás flores que le componen es potenciado y mejorado.
Llegamos, a raíz del miedo, incluso a desarrollar barreras hacia otros seres vivos, manifestando desconfianza y actitud defensiva; así discriminamos al otro pues ahí se “origina” la fuente de nuestros temores. Para estos casos la esencia floral de la Rosa verde (Green Rose) es de utilidad, cuando por miedo desarrollamos barreras hacia otros seres vivos; manifestando desconfianza y actitud defensiva. Vale la pena citar lo que Patricia Kaminski escribe en su blog sobre la Rosa verde: “Como esencia floral, hemos descubierto que la Rosa Verde tiene una fuerza curativa especial para el corazón. Todas las rosas actúan de manera beneficiosa sobre el corazón, pero la Rosa Verde ayuda particularmente al corazón a unirse con los impulsos de vida que fluyen por toda la Tierra. Al ayudar al corazón a sentir su unidad con toda la vida, se disipan muchas formas de miedo. Lo que debemos recordar acerca del miedo, sobre todo, es que solo puede afianzarse en la psique humana cuando uno siente separación, una sensación de que el “otro”, ya sea humano, animal u otra forma de vida es hostil. Por supuesto, hay muchos casos en los que el miedo es una herramienta necesaria para sobrevivir. Pero con demasiada frecuencia para el alma moderna, el miedo actúa como una fuerza contraria a la compasión. La buena voluntad del corazón se ve obstaculizada porque nos oponemos o resistimos a lo que parece exterior a la esfera de nuestro propio corazón.”
También tenemos el miedo generado por el futuro respecto de que la vida no proveerá lo suficiente, lo cual adicionalmente genera tensión y ansiedad en nosotros. Un estado fácilmente perceptible en muchas personas en esta época de grandes cambios. Tal estado no hace más que obnubilar nuestros sentidos impidiendo buscar nuevas soluciones en la actual situación. Desconocemos lo que significa relajarnos en medio de la coyuntura que acontece, sin embargo para ir más allá de esto contamos con la esencia floral del Azafrán con la cual ciertamente podemos comenzar a aliviar la tensión, el miedo, la preocupación y ansiedad relacionados con el futuro. Infundiendo esa tan preciada tranquilidad y obteniendo sosiego. La esencia floral del Azafrán ayudará a restaurar la confianza y fe en que el Universo o la Fuente satisfacen nuestras necesidades.
Sucede que en determinadas instancias la relación con el miedo existe y es perceptible pero de carácter indescriptible, impreciso e inexplicable. Muchas personas a nuestro alrededor no podrán comprender la razón o causa de ello. Sin embargo, podemos detectarlo, esta ahí tan palpable en nosotros como la sensación misma de nuestro corazón palpitando. Dicho tipo de miedo generalmente va acompañado con una sensación de presagio o de desastre inminente. Los terrores nocturnos, la ansiedad, la paranoia, los miedos que flotan libremente y la aprensión son ejemplos de este tipo de miedo desconocido. Para ello contamos con la esencia floral de Aspen (Álamo temblón) que viene a ser de gran útilidad en lo anteriormente descrito.
Cuando la relación con el miedo genera exaltación, intranquilidad, ansiedad, preocupación y falta de confianza podemos buscar ayuda en otras esencias florales que son altamente beneficiosas al ser combinadas apropiadamente con algunas de las anteriormente descritas. Material que en definitiva seguiremos compartiendo en próximas entradas pues sabemos que será de gran utilidad en los tiempos actuales y venideros.
Finalmente queremos reafirmar que ninguna relación con el miedo es normal. Vivir en estado de constante temor y preocupación hace que nuestro cuerpo sea más susceptible a sucumbir a todo tipo de influencias. Afortunadamente tenemos esencias florales que nos ayudan en tales circunstancias.